
Son comportamientos inmaduros que practican algunos niños de dos, tres y cuatro años de edad.
Hay que expresar la desaprobación la primera vez que el niño utilice estas respuestas.
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¨No se pega¨ o ¨¨No se escupe¨ se tendrá que decir con voz severa para que el niño se de cuenta de que no está bien lo que ha hecho. Hay que asegurarse de que el niño entiende lo que ocurrirá si sigue pegando, escupiendo o mordiendo.
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Hay que enseñarle al niño/a comportamientos alternativos, por ejemplo si el niño tiende a morder cuando está cansado, lo aconsejable seria no llevarle al parque sin que haya echado la siesta.
Hay que utilizar medidas preventivas como marcarles reglas simples así como respetar los turnos.

El niño o la niña que escupe, pega o muerde

Utilizar consecuencias negativas
Si las medidas positivas no son suficientes, se pueden intentar otra medidas:
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Limitar las oportunidades, la mejor táctica es la de eliminar las situaciones que son susceptibles de incitar a pegar, morder o escupir. Por ejemplo, si le niño muerde para subirse antes al columpio solo hay que dejarle subir al columpio si sabe controlarse.
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Utilizar la sobre corrección. Hacer que el niño remedie lo que ha hecho mal con algo que le impresione. Por ejemplo, una niña que ha escupido a alguien se le pide que se lave los dientes y que haga gárgaras con un elixir bucal y que fregara el suelo donde había caído el escupitajo. Se le explico que al escupir se expulsan muchos microbios por lo que era necesario lavarse la boca y limpiar el suelo.

Hacer que el niño que está a punto de pegar, morder o escupir y que se detiene a sí mismo antes de hacerlo. Al mismo tiempo, hay que pedirle que repita frases positivas como ¨Sólo se muerde la comida, no se debe morder a la gente¨.

Para que se mantengan los comportamientos adecuados hay que hacerle sentir al niño que estas muy orgullosa de él cuándo sepa controlarse.
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Elogiarle y recompensarle por no morder, pegar o escupir.
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Hacer un gráfico de los progresos de cuando el niño no ha mordido, pegado o escupido.

Formación de autocontrol
Reforzar cuando sepa controlarse

Cuando los esfuerzos para controlar los mordiscos no hayan tenido éxito y el niño cause daño a los demás, es el momento de recurrir a ayuda de profesionales.